Con dolor, en demasiadas ocasiones en relación a lo corta que es nuestra vida, nos hemos tenido que enfrentar a perder el Miembro Sostén de la organización familiar, esto es, la empleada doméstica.
Aunque pueda parecer excesivo, en un divorcio, si la fámula es de confianza (que término gorila, junto con jueves de puloil) puede ser un punto de controversia mucho más fuerte que la de con quién se quedan los amigos comunes...
generalmente la mujer gana, por los chicos y todo eso, y el tipo planchándose las camisas o lo que use y removiendo la mierda del inodoro con la escobilla, sin un puto calzón limpio, comiendo porquerías, y llorando no tanto porque extraña a los chicos o a la hija de puta de la ex, sino porque extraña como la peruviana o la boliguaya o la mexocuatonicana le preparaba sus k'allos, su mbhaèi pùw, su picante de pollo, sus pailas podridas, sus nachos, sus cachos, sus tacos, y también sus chatitas...como le ordenaba la ropa y le preparaba el baño...
A veces, ellas se van. Cuando el stress de la neurosis ( y a veces psicosis ) de la familia la lleva a pedir un aumento en la retribución, o un horario más flexible o cualquier otra exigencia que no encuentra reparo alguno de nuestra parte, esto es ariete de la disolución final, introduciendo de nuevo el caos al orden de nuestro pequeño grupo.
Es cierto, ellas a veces tienen graves defectos de carácter, como afanarse todo, o querer cogerse hasta al perro, o pellizcarme al pasar y empujarme cuando estoy al borde de un edificio, o ponerme cucarachicida en los Kniches de papa, o comerse a los niños de la familia y a veces también a los del vecindario, pero si uno no las descubre Ipso Facto es porque no quiere prestar atención, porque es mucho más cómodo que nos sigan atendiendo aunque nos roben todas las cucharitas y los pares de medias sin estrenar, nos abusen sexualmente, y nos crucifiquen en un altar orientado hacia el sol naciente según el rito bizantino.
Es una asociación nacida en la democracia griega que no está destinada a desaparecer por la aparición de electrodomésticos más sofisticados, sino que hegelianamente exigirá a los esclavos un conocimiento más sofisticado.
Cuando me refería a los esclavos quería decir: nosotros.
Ahora que el caos está avanzando mejor lavo los platos mugrientos y me callo la boca.
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