lunes, 19 de noviembre de 2007

Memorias encontradas bajo una sombrilla 7

Día 10 06/02/02 Las Perchitas

Días contados como dedos y uno semirebanado como un muñón ( no dije que no me gustara Gonzalez Tuñón, es que nunca lo había leído ) en mi caminata madrugadora a San Tarcisio de las deposiciones sangrantes medito que la playa sería más prolija con césped, o con la arena pegada al suelo como en un papel esméril ( no pongo lija para evitar la rima fácil ) luego que las mujeres no se comprenden a sí mismas y a sus propias motivaciones ( ¿quien Si? ) los hombres que las comprenden y aman con todas sus marcas y defectos las espantan, o lo cachan al gil del cogote y lo tienen de aquí para allá, en ese peregrinar propio de la insatisfacción y la frustración.
Má sí, búsquense un camionero.
O un talibán ¿que tal? y van...


Día 9 07/02/02 Las Troskytas

Resta una novena de días, y uno de los rosarios descompaginado. Viento, sol, mar, campo... la naturaleza no obtura los efectos del corralito, del salario pagado en cuotas... sin embargo, cuando saco los patacones besan mis anillos y colocando una alfombra roja a mi paso ejecutan una reverencia: el valor ridículo que la gente le da a los papelitos...


Días 8, 7, 6, 5, 4, 3 y 2 08 al 14/02/02 Las Frutitas, Las Puerquitas, Las Puertitas, Las Loquitas, Las Mormonitas, Las Berberechitas y Las Conchitas

Llegando al fin del ciclo de 52 días al lado del mar, mejora el tiempo pero mi hígado reclama cuidados...
Puede ser la tarde más perfecta que esa misma mañana, pero si uno gastó su quántum de disfrute, es imposible duplicar su perfección, sólo deteriorarla...
O como decía mi abuela;
"Quien de joven come las sardinas, de viejo caga las espinas"

Día 1 15/02/02 Las Qué Cagaditas Me Tengo Que Ir

Angustia ante el año de esclavitud laboral, inaugurado con los auspicios del corralito, los cacerolazos, la deuda eterna, el que se vayan todos y la represión...
Miii Buueeenooss Aaaiiireeess queriiiiiiiidoooo
Buá, buà...


Aquí se interrumpía el diario, un simple cuadernillo de papeles.
Algunas partes me habían resultado entretenidas, otras me resultaron quejosas y oscuras.
En otras no entendí la relación entre las ideas.
Esos papeles quedaron arrumbados en una carpeta, en un cajón detrás de ese mueble que está lleno de porquerías, a la vuelta de la memoria.
Y hubiesen permanecido allí, si el azar no me hubiera puesto en contacto con el autor del mismo.
Fue por algo que le oí decir y que me puso en la pista de sus ideas.
Pero ese es otro cuento.

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