domingo, 18 de noviembre de 2007

Memorias encontradas bajo una sombrilla 4

Día 17 30/01/02 San Cagardo Del Clan

El día de mañana no llega, o viene llegando con retraso hasta que, de nunca ser presente de repente se convierte en el pasado, en el ayer, pero ayer no estaba ahí, lo estabamos esperando pero no se dignó, que cosa tan extraña.
por eso debe ser que me duele la garganta, más por lo callé que por lo que grité, o al revés, no estoy seguro, mejor haría en no ser desbocado, dado que necesito la boca para pedir permiso, comer puchero y eructarlo, etc.
La noche estuvo llena de mosquitos y ruiditos y cuando llegó la mañana fuí a desayunar mi mal humor a la playa, lejos de la humanidad pedorra que sólo llega puntual al trabajo y se pierde el banquete de las cosas más sensacionales del universo.
La mujer, acompañada de un hombre y una niña me pregunta si soy hare krishna.
No,le respondí, pero no estoy acostumbrado a que los maleducados desconocidos me pregunten cuestiones de índole personal.

Día 16 31/01/02 San Enfermando Del Bar

Puede tener el día dos partes tan definidas como la vida misma (¿Tiene la vida misma dos partes tan definidas?)
Creo que en más de una ocasión comprobé que mi enojo tiene menos efecto sobre el mundo exterior que sobre mí mismo, autolacerándome, lastimándome.
Por otra parte, entregándome al Atlántico olvidaba las injurias sufridas y dejaba que el mar diluyera lágrimas de felicidad.
Porque a veces se llora de felicidad y emoción ante la belleza y la vida, y los que no han experimentado este estado, los que se ríen con las vulgaridades, groserías y estupideces de la T.V., con los fallidos y fracasos de los demás, esos tienen poca posibilidad de percibir la enormidad aplastante y compleja de la realidad y la naturaleza, del misterio y la alegría de vivir, aunque se fumen un porro de dos metros.

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