Día 28 19/01/02 Saint Edward On The Sea
no sabría decirte que era lo más pertinaz: si la vulgar mosca que me atormentaba con sus caricias de amante rechazada o el pinzamiento de nervios a la altura de las vértebras lumbares.
Era (aún entonces) el dolor como un vino que, desperdiciándose en un tonel inadecuado se agriaba año tras año, perfeccionando exquisitamente su tortura, agregando nuevas articulaciones y puntos de contacto, marcando una geografía política en un cuerpo que, ahora sé, la voluntad de sacrificio masoquista que llamamos deseo de vivir abandona como un vehículo en panne al costado del camino sin esperanza de auxilio mecánico de ninguna especie.
Día 27 20/01/02 San Guarro Del Mar
Las malas palabras son buenas palabras que se cansaron de ser tan ingenuas y ubicuas y se pusieron a anunciar, voz en cuello :
¡Ea! ¡Que estamos aquí, y significamos cosas de las cuales nadie quiere que os enteréis!¡Cosas con sentido sexual, que aunque vosotros castizos digáis de esta agua no he de coger, nos habéis recogido mal...
Día 26 21/01/02 San Eduardo del Mal
Los justos, quizás más que nadie, son aquellos que más derecho tienen a sentirse paranoicos.
El premio Nobel, sin anteojos en la playa, detecta en una nebulosa semicercana la proximidad de una cabeza al rape levemente familiar (la semejanza con lo conocido aporta el toque siniestro)
Seguramente no le recuerdo a los Hare Krishna, porque unos minutos después de mi arribo recoge apresuradamente su campamento, señora incluida, para marcharse.
(es cache decir señora o esposa.
Mujer, compañera, pareja y hasta patrona es más literario)
Día 25 22/01/02 San Guevardo Del Fal
En la multitud no divisé tu rostro, y fue entonces que descubrí que estaba solo.
Sin embargo, tampoco me encontré con José Narovsky, lo cual es una tremenda ventaja.
El que me saluda todos los días desde el Atlántico partido en dos es Moisés.
Se peina raya al medio e insiste en usar la tabla de barrenar de su nieto sobre la arena deshidratada.
Me parece
que es el creador del sandboard
Día 24 23/01/02 Ed Sanardo Mar Del
La ofensa, si gratuita, no duele menos o más que la justificada.
Ahora si usted:
contrató un equipo profesional de ofensas y apenas se siente levemente ruborizado, desperdició su dinero de manera realmente ofensiva y debería por lo menos sentirse molesto.
O si usted, como sospecho, es de los que no se ofenden fácilmente, no se preocupe,
a todo Conchita le llega su BrotaBarreda.
El terreno virtuoso de los mediocres es ocuparse de los defectos de la gente creativa, así que si no quiere ser insultado por su estupidez no desperdicie su tiempo intentando penetrar con una idea nueva una cabeza trillada.
Y si quiere ser insultado eso lo hacemos muy bien
pero nada de gratuidad: no queremos colas de homeless y otros marginales...
Sólo queremos insultar a los ricos y poderosos
Aceptamos cash, débito, crédito, oro, títulos de propiedad,en fin, otros medios de pago conversar...
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